El peligro de usar andaderas, ¡deberían prohibirlas!

Cuando nació mi hija la recomendación de mi pediatra fue: “¡No usen andadera! El gateo es lo mejor para los bebés, les ayuda a desarrollar sus habilidades motrices, incluso les enseña a meter las manos cuando se caen. Las andaderas deberían estar prohibidas. Son muy peligrosas”.

Le hice caso, pero noté que muchas de mis amigas seguían utilizando la andadera, y cuando les comentaba lo que me había dicho mi pediatra no faltaba la que me respondía que ellas la han utilizado sin problema o que se los demostrara.

Se relaciona con accidentes y lesiones

Pues así es, tal y como me lo había dicho mi médico, las andaderas son muy peligrosas. Miles de niños en el mundo van a urgencias todos los años con lesiones en la cabeza y el cuello relacionados con este aparato, generalmente después de caerse de las escaleras.  En Estados Unidos los pediatras dicen que el peligro actualmente es tan grande, que piden la prohibición de los dispositivos en ese país.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista especializada Pediatrics, se estima que 230,676 niños menores de 15 meses visitaron la sala de emergencias en Estados Unidos, por lesiones relacionadas con las andaderas.

La mayoría de los niños sufrieron lesiones de cabeza y cuello, casi el 75% resultaron heridos al caerse por las escaleras.  Si bien es lindo ver a un bebé patear y moverse solo por la habitación, si los papás se descuidan pueden permitir que los más pequeños se aventuren demasiado y choquen contra objetos o se vuelquen al borde de una escalera.

Un niño en andadera tiene cuatro veces más riesgo de caerse en un segundo piso, dos veces más posibilidades de fracturas y el doble de riesgo de quemaduras y de heridas con objetos punzocortantes.

También afecta su desarrollo

Pero eso no es todo, en otro estudio dado a conocer en el British Medical Journal, se resaltó que el aparato no solo aumenta el riesgo de accidente sino que retarda el desarrollo del niño y lo fuerza a tener posturas y movimientos antinaturales, retrasando el aprender a caminar.

De acuerdo con la pediatra y especialista en ortopedia, Catalina Cuéllar, en entrevista para La Nación, el desarrollo motor va de la mano con el desarrollo mental:

“El bebé primero se arrastra, luego se sienta, gatea y, por último, camina. Este ciclo se rompe con las andaderas, que apuran un movimiento similar al caminar y que, a la larga demora que camine sin apoyo. Los bebés que gatean hacen un entrenamiento físico e intelectual para aprender a moverse. Los que usan andadera no llevaron ese proceso en su mente y su mente no sabe cómo coordinar o reaccionar”.

“Si se hicieran estudios pormenorizados, con estadísticas de seguimiento, seguramente encontraríamos que los bebés que usan andadera también presentan anomalías en las rodillas y pies. La naturaleza no nos enseña a caminar con las piernas abiertas, pero la andadera hace que el niño se movilice así”, explicó al rotativo.

En Canadá y Brasil está prohibido el uso de las andaderas. ¿Será que algún día en México también nos demos cuenta del daño que causan?

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