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El libro que suprimió el miedo a los monstruos de mi hija

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Ya se había hecho costumbre que todas las noches, los pasos pequeños de mi hija se escucharan camino a mi habitación. “Es que tengo miedo, mami”, era la cantaleta de siempre. Y yo no podía más que abrazarla y decirle que todo estaba bien, que papi y mi mami siempre la cuidaríamos.

Hay monstruos bajo mi cama

A veces llegaba llorando: “Tuve un sueño terrible. Llegaban los extraterrestres y se llevaban a todas las  mamás, también a ti”. ¡Esa película!

Otras se acercaba jugando: “Soy un zombie, soy un zombie que viene a comerte”. Sería gracioso si fueran las tres de la tarde y yo estuviera viendo una serie en la tele, pero eran las tres de la madrugada y lo único que quiero es dormir.

Así estaba, lidiando noche tras noche, esperando a que se durmiera para llevarla nuevamente a su cama. Había ocasiones en las que sí lo conseguía, pero otras  simplemente regresaba a los 15 minutos y no había poder humano que la regresara a su cuarto.

Los monstruos también se enferman

Un día la llevé a “Regaladores de palabras”, en el Centro Cultural Universitario de la UNAM, y uno de los magníficos cuentacuentos hizo referencia a un libro que sería mi salvación: Monstruos enfermos.

Monstruos enfermos, de Emanuel Houndart. De forma magistral aquel actor, cantante y ragalador de cuentos, le hizo entender a mi hija que el ogro, la bruja, el zombie, el vampiro o el coco también pueden enfermarse como cualquier persona.

Recuerdo perfectamente cómo se le iluminó el rostro a mi pequeña. Los monstruos ya no eran seres maléficos y poderosos, eran vulnerables, hasta divertidos.

Cuando salimos del cuentacuentos, aquella niña temerosa me pidió ir a la librería por aquél libro que le había “abierto los ojos”.  Y qué crees, ¡no más visitas nocturnas a la habitación de los papás! Graaaacias.

No sé si esto es permanente pero, mientras tanto, ¡hay que disfrutar! Hoy, incluso, cuando alguno de sus amiguitos le hablan de monstruos ella les platica: “A mí ya no me dan miedo los montruos, ¿sabías que también pueden enfermar de gripa? ¡Y pobre zombie que no encuentra qué comer con tanto descerebrado!"  

 

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