El cansado trabajo de una mamá

¡Y que nadie se atreva a negarlo! Hace poco leí que cuidar a dos niños equivale a tener 2.5 trabajos al día. ¡¡¡AL DÍAAAAAA!!! Eso si contamos con un promedio de que los niños sean sí traviesos, pero no que se anden colgando de las cortinas… cosa que SÍ hace mi pequeño duende. El pasado puente estuve con ellos en casa y todo pintaba divertido, hasta con el plan de ir al cine o dar la vuelta por ahí, pero me tocó trabajar desde casa.

En esta ocasión (y con motivo del megacorte de agua + día de muertos + puente), la maestra de Dany no tendría servicio de guardería, así que sólo fue su mini convivio y ¡a volar, chamacos! Yo me quedé con ellos lógicamente y fuimos a darle lata a mi señora madre. Desde que llegamos Daniel agarró vuelo para el patio y a mojarse. Paula ya es más tranquila hasta eso, pero tampoco hacía mucho por medio recoger los juguetes que dejó tirados.

Mi madre cuidaba a mi sobrina y yo entre que respondía mails y revisaba pendientes, también le ayudaba un poco. Pero, a eso de las 2 PM reinó el caos: mi hijo no hacía caso, seguía mojándose en la tina de afuera, corría como despavorido cada que intentaba agarrarlo para meterlo a la casa y se la pasó “lavando” mi coche con un trapito (súuuuper bien lavado de mi mamá) que sumergía en agua con jabón de pasta, para después limpiar con ese mismo el piso de cemento del patio.

Goretti igual se había salido a jugar y puso su tianguis casi en la entrada con una camita para sus muñecas, la carriola de Ximena servía para “tender” la ropita y tenía una bandeja llena de agua que simulaba una piscina. Ella por allá solita jugaba muy tranquilamente cuando su hermano quiso esa bandeja (de entre tooooodas las bandejas de la casa) para jugar. Se armó la guerra. Gore protesta. Daniel llora, Gore grita. Dany le pega. Gore llora y corre conmigo. Dany también llora y corre a darme besos. Se arma la rebambaramba porque los dos quieren ganar. Yo ya no sé qué hacer para que me hagan caso y adentro Ximena llora a pulmón limpio porque la señorita tiene sueño, pero no se duerme.

Calma, mi pequeña saltamontes…

Mi madre parece impertérrita ante el relajo y el griterío, pero no. Simplemente está fastidiada. Ha llegado a su límite. Toma a Ximena y se sienta en el sillón, la calma un poco, pero la otra se retuerce cual gusano en comal y a fuerza quiere bajarse a gatear. Mi madre cede. Xime feliz se va y nomás le truenan las manitas en el piso. Aquellos siguen en la gritadera:

-“Mamáaaaaaaaa, mira Danieeeeeel, me está pegandooooooo”

-“No cieto, ella mi pego a miiiiii”

-“¡YA CÁLLENSE POR FAVOOOOOR!”, les grito por enésima ocasión.

En eso, mi madre (¡mi sabia madre!) me espeta: “Y eso que sólo has estado un ratito con ellos”. ¡CHIIIIIN! Toooooda la razón. Ese es el problema con las mamis que trabajamos, una de dos: o les tenemos la paciencia de un santo o (como en mi caso) no los aguantamos ni dos segundos. Yo no tengo empacho en admitir que no les tengo mucha paciencia. Mi casi exmarido los cuida y los batalla más que yo y siempre ha sido así. Yo no. Me desespero muy rápido y les hablo con impaciencia cuando ya van más de tres veces que explico algo. Está mal, lo sé, pero esa es la mamá que les tocó. Qué les digo.

Admiro y respeto profundamente a las mamás que se quedan todo el día en casa con retoños y ven esto siempre. Mi madre fue una de ellas, pero (tal como ella misma lo ha dicho) ni mi hermana ni yo llegamos a esos extremos de rebeldía, aquí el listado del porqué son un desmán los tres angelitos:

PASATIEMPOS FAVORITOS DE DANIEL

+ Mojarse en la tina con agua que mi madre recicla

+ Lavar el carro con esa misma agua

+ Tomarse esa agua con la ayuda del recogedor de la basura (¡es reaaaal!)

+ Lavar su Buzz y recoger cochinillas del jardín

+ Destrozar las tortillas que mi madre poner a secar en el patio

+ Pelear con su hermana

PASATIEMPOS FAVORITOS DE GORETTI

+ Lloriquear porque quiere ver siempre el mismo programa en la tele

+ Meterse al corral con Ximena y acabar golpeada por ella

+ Dejarse arrear para hacer la tarea

+ Sacar cosas y cosas para jugar por dos segundos…

+ …y no recoger después

+ Acostarse patas arriba en el sillón y no moverse en el resto de la tarde

PASATIEMPOS FAVORITOS DE XIMENA

+ No dormir

+ Gatear por toda la casa

+ Salirse de la periquera

+ Comer hilos y pelusas

+ Querer andar en brazos siempre

+ Gritarles a sus primos

+ Jugar con Goretti

+ Jalarle el cabello a Daniel

Todo esto lo vive DIARIO mi señora madre con los tres chiquillos. Yo que estuve con ellos todo el día por 5 días, simplemente el viernes ya no los aguantaba. Ni la tele, ni el internet, ni las películas fueron suficientes para entretenerlos. Yo sola en casa con ellos mientras estaba trabajando, los otros se la pasaban gritando y peleando, para luego hacer pausas a cada rato para comer. Cuando terminé de trabajar, los bañé y les propuse que a las 8 se fueran a dormir, ¡pobre ilusa! “Pero si es viernes, mamá, hoy es día de palomitas, Netflix y dormir hasta tarde”, me dice Gore.

Y sí: así fue, pero ¡por fin! a las 11 PM se les acabó la pila: Dany cayó primero, Gore dos segundos después y yo, a esa hora por fin pude empezar a ver una de las series que me recomendaron. Vi cuatro capítulos y poco después de las 2 AM me fui a dormir. Juré que mis hijos despertarían hasta las quinientas, pero ¿adivinen qué? A las 6:18 Dany se levantó: “Mami quero ve Lo Pigüinos de Madalacar, ¿verdad que li gane la tele a la Pau?”… Aquí vamos de nuevo…

Sigue a la autora en Twitter: @fahrez10 

En Facebook: @fhdzperez

No te pierdas:

De mamá a mamá, ¡arréglate por favor!

Las mentiras no tan piadosas de las mamás

Hablando de niños remilgosos

Busca todas las colaboraciones de Faby Hdz en http://www.melodijolola.com/faby-hdz-perez