Diferencias entre parto natural y cesárea

Me han tocado los dos, mi hija fue por parto natural y a mi hijo lo tuve por cesárea, cada uno tiene sus pros y contras. Depende mucho de tu circunstancia y hasta de tu situación económica. Ninguno es bueno o malo, simplemente son para casos diferentes.

Te explico las principales diferencias

Parto natural contra cesárea

La verdad es que si tu bebé nace en el sector público de salud, es difícil que puedas decidir. En el sector privado tienes hasta cierto punto la opción de decidir, algunas veces por estética, otras por preferencia de día y no pocas ocasiones por disponibilidad del médico. Suena pésimo pero así es.

¿Cuándo sí un parto natural o vaginal?

La mayoría de las veces se prefiere que sea parto natural porque al pasar por el canal vaginal, el bebé es expuesto a “bichos buenos” que necesita de su mamá para empezar a crear defensas y para que su flora intestinal se vaya creando. Muchos estudios demuestran que la primera exposición del bebé a los microorganismos de la madre es crucial.

Para el bebé, entre menor interferencia médica exista en el proceso, es mejor. Además, durante el parto natural,  el líquido amniótico que hay en el tórax del bebé es expulsado por la presión que ejercen las paredes vaginales. En una cesárea el médico limpia la garganta de líquido amniótico pero aunque retire la mayor cantidad, el bebé debe terminar ese trabajo por sí mismo.

Mi hija nació por parto natural. Y sí, las contracciones las recuerdo muy dolorosas, tuve que pujar muchísimo, pero aunque después estuve muy adolorida, la recuperación fue más “rápida”.

Sin embargo, hay veces que la cesárea es lo único que puede salvar la vida del bebé y de la mamá.  En mi caso te puedo contar que mi niño requirió cesárea a los ocho meses de gestación. Simple  y sencillamente no tuve opción. Y doy gracias al cielo porque exista.

¿En qué casos es mejor la cesárea?

- Cuando la mamá tiene padecimientos como diabetes complicada, hipertensión arterial, preeclamsia y otras enfermedades que puedan transmitirse al bebé.
- Si viene mal colocado (sobre todo cuando el bebé está completamente atravesado) o posee alguna deformación que deba ser atendida de inmediato.
- Retraso de crecimiento intrauterino. Hay bebés que dejan de crecer, la placenta ya no aporta nutrientes, el bebé deja de moverse  y no pasa suficiente oxígeno. Ojo, hay bebés que presentan ligero retraso de crecimiento y no se debe crear alarma. El médico es quien lo determina.
- Placenta previa. La placenta queda muy abajo del cuello uterino y no deja salir al bebé.
- Desprendimiento de placenta. Cuando el bebé deja de moverse y hay dolor con hemorragia. Esta es una verdadera urgencia y solo la cesárea puede salvar al pequeño.
- Circulares de cordón: solo si da señales de alarma como que el bebé no crezca o se mueva menos.
- Cirugía anterior sobre el útero: cuando se ha abierto de afuera hacia dentro completamente y con una cicatriz importante.
- Mioma tan grande que obstruya la pelvis.

Todo esto debe ser determinado por el médico. También hay casos durante el parto que pueden ser de urgencia. Por ejemplo, hemorragias, desprendimiento de placenta y rotura de útero.

La recuperación

Recuerda que la cesárea es una intervención quirúrgica mayor y como tal requiere más tiempo de recuperación. Aunque sea pequeñita (la llamada cesárea estética), duele mucho la herida. En mi caso no quería ni reír porque me dolía todo.

Finalmente la decisión es tuya. En mi caso prefiero mil veces el parto natural porque ya viví los dos. Y como te digo, ninguno es bueno o malo, solo hay que elegirlos adecuadamente.

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