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Cosas que JAMÁS debes hacer al bañar a tu recién nacido

Cosas que JAMÁS debes hacer al bañar a tu recién nacido Foto: iStock

Cosas que JAMÁS debes hacer al bañar a tu recién nacido Foto: iStock

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Si hubo algo que llenó de pánico mis primeros días como mamá, eso fue tener que bañar a mi bebé. Hasta el momento no puedo creer que lo haya hecho bien. Claro, la responsable de que las cosas me salieran bien fue mi madre. Sin sus consejos y compañía no hubiera sobrevivido.

De esa experiencia, y las posteriores con mis otros hijos, aprendí que hay ciertas cosas que no debemos hacer jamás al momento de bañar a un recién nacido. Si eres mamá primeriza, esto te interesa. Presta atención.

Para empezar, nunca, pero nunca debes dejar de supervisar a tu bebé. Si el teléfono suena o alguien llama a tu puerta mientras estás en la hora del baño, ignóralos. Aunque usar una bañera o un asiento para recién nacido puede parecerte seguro, la realidad es que los accidentes graves ocurren hasta en segundos.

Otra de las cosas que jamás debes hacer es mojar a tu bebé sin antes haber comprobado que la temperatura del agua es la correcta. Un baño frío puede no tener efectos calmantes, mientras que uno demasiado caliente puede quemar su piel. Lo ideal es que utilices tu muñeca o la parte interior de tu codo para asegurarte de que el agua está templada.

Usar demasiado jabón o champú es otra de los errores comunes al bañar un bebé. Resulta que (y esto me pasó las primeras veces) usar mucho producto puede provocar que la piel de tu hijo se reseque. Además, si te excedes en la cantidad de champú, aumentarás las probabilidades de que éste le entre en los ojitos. De verdad, menos es mejor.

Por último, jamás llenes la bañera con demasiada agua, ni siquiera si es con la intención de mantener a tu bebé caliente. Los niños pueden ahogarse en menos de tres centímetros de agua. Y también, una gran cantidad de líquido puede dificultarte el poder sujetar bien a tu pequeño. Si tienes uno y medio o dos centímetros de agua en la tina será suficiente.  

No cabe duda de que bañar a tu recién nacido será, en cada momento, una gran experiencia. Sólo asegúrate de que sea un momento feliz y agradable para ambos evitando estos errores comunes.

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