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7 razones por las que no duermes bien (y qué hacer para resolverlo)

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Dormir y descansar es indispensable para mantener tu salud. Ok, sí… ¿pero por qué es tan difícil conciliar el sueño para algunas personas?

 

La falta de sueño de buena calidad podría ser una consecuencia natural de los cambios en los patrones de sueño e incluso de las preocupaciones regulares de los adultos promedio. Sin embargo, es importante abordar y resolver esta falta de sueño, empezando por detectar las causas.

 

1. Lo que comes

Tu alimentación puede afectar tu sueño. Los alimentos picantes pueden contribuir a la acidez estomacal que estarían influyendo en tu descanso. Lo mismo las cenas muy pesadas, quizá te vas a la cama muy llena y es incómodo dormir así. Demasiada cafeína podría mantenerte despierta, incluso si terminas tu café por la mañana. De acuerdo con estudios, se necesitan seis horas para eliminar la mitad de la cafeína de tu cuerpo. 

 

¿La solución? Cena ligero al menos un par de horas antes de acostarte; evita los alimentos picantes y grasos, así como la cafeína. Además, no bebas demasiados líquidos antes de acostarte. Tener que levantarse constantemente para ir al baño también puede interrumpir tu sueño.

 

2. Falta de ejercicio

El sueño y el ejercicio se complementan. Hacer ejercicio con regularidad puede ayudarte a dormir mejor.

 

¿La solución? Haz ejercicio todos los días si puedes, idealmente por la mañana. Hacer una rutina aeróbica de alta energía demasiado cerca de la hora de acostarse puede tener el efecto opuesto al deseado y estimularte demasiado como para dormir. 

 

3. Dolores y malestares musculares o en los huesos

Los dolores de artritis o cualquier otro tipo de dolor impiden un sueño reparador.  Y así comienza un ciclo de más complicaciones, pues la falta de sueño puede aumentar esos malestares. La falta de sueño también puede hacerlo más sensible a la sensación de dolor.

 

Para evitarlos puedes tomar un producto que contenga Naproxeno Sódico, diseñado para combatir el dolor y malestar en las noches. 

 

4. Estrés

Es imposible dormir cuando el peso del día te presiona. No es fácil encontrar una sensación de calma antes de acostarse, especialmente cuando no puedes desconectarte de las exigencias del día.

 

¿La solución?: Establece tiempo fijo de descanso. Practica alguna actividad tranquila y relajante antes de acostarte que no implique una pantalla: tejer, yoga, leer, meditar, colorear, bordar o lo que más te guste. 

 

5. Malos hábitos de sueño

A veces, el insomnio se debe a comportamientos arraigados desde hace mucho tiempo, como quedarte despierta hasta muy tarde o participar en actividades estimulantes antes de dormir.

 

¿La solución?: Ve a la cama y despierta a la misma hora todos los días; mantén tu recámara fresca, oscura y cómoda. 

 

Usa tu cama solo para dormir y, si no puedes conciliar el sueño en 15 minutos, levántate y sal de tu dormitorio. Lee o realiza otra actividad tranquila durante 15 a 20 minutos hasta que tengas sueño. Verás que funciona.

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