El primer hombre en la luna: First man

Lunes, 12 de Noviembre del 2018

Fotos: Universal Pictures, Dreamworks

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En lo personal, no he tenido la fortuna de ser padre, lo más cercano son mis sobrinos que cuando me ven me tratan como a su progenitor, siento su cariño y su atención, aunque sé que la paternidad es muchísimo más que eso. Si algo malo les pasa a mis sobrinos, como una enfermedad, siento feo, me siento triste, sólo de pensar que algo grave les pase me pone mal, ahora tú que sí eres mamá, o papá, no puedo imaginar el dolor que podrías tener si muriera alguno de tus hijos.

Se supondría que la ley de la vida es que los padres son los que deben irse antes, por lo mismo, uno como hijo el luto es bastante transitorio, pero si es un hijo el que fallece, como padre, es muy difícil entender por qué Dios, la vida, la naturaleza o en quien creas, para qué te lo enviaron si tan pronto te lo quitarían, hablando de bebés o niños que ni a la primaria han llegado. ¡Qué difícil desapegarnos de su imagen de su sonrisa traviesa, su mirada inocente! ¡Te fuiste cuando aún apenas empezabas a vivir!

Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la luna, arrastró el dolor de la pérdida de una hija, por años, situación que no lo dejaba sonreír, vivir tranquilo, es más es como si viviera con una roca de plomo, no lo dejaba avanzar como quisiera, su andar era pesada, ni su pasión aeroespacial, ni el amor por su esposa, ni la luz de sus otros hijos lo sacaban de su letargo. Falleció su hija y terminó por lapidar sus emociones, no más sonrisas, no más abrazos, no más miradas de esperanza ni fe. De por sí, que Armstrong era serio, seco, apartado, directo, a partir de ese suceso fue mucho más.

De esto va la película Primer Hombre En La Luna, cuyo protagónico recae en Ryan Gosling (La La Land, 2016), quien demuestra una vez más el gran actor que es, ya que le da el tono adecuado del padre doloroso, pero el padre poso amoroso, pero el gran ingeniero. Y como puedes darte cuenta, NO ES UNA PELÍCULA SOBRE EL ESPACIO, más bien el proceso que se llevó a cabo para poder alunizar, es el pretexto para contar el peso de un padre, es una metáfora. Por lo tanto, la película dirigida por Damien Chazelle (Whiplash, 2014), es una de esas cintas para, disertar, leer entre líneas, leer la mente de los personajes y empatar con sus pensamientos y decisiones, lo que la hace una película sumamente entretenida e importante.

La película es al mismo tiempo, muy emocionante, todos esos experimentos fallidos para llegar al espacio, la selección de personal, el sentir de la esposa, Janet (Claire Foy, The Crown), porque de los dos siempre se vio estoica ante todas las decisiones de su marido, que se nota en la mirada (porque nunca lo expresa) que no está de acuerdo en muchos aspectos, pero opta por callar, obviamente todo tiene su límite, llega el momento en el que rompe el alma y lo confronta, porque está bien que ella reciba todos los golpes, pero no es justo que (hay un momento clave que no les voy arruinar, tienen qué verla), ve inminente que cargaría con una responsabilidad que no le corresponde y de ninguna manera lo permitirá, gran escena para la actriz.

El Primer Hombre En La Luna es de esas películas “oscareables” tengan por seguro que la encontraremos nominada a mejor película, actor, director, y tal vez actriz de reparto y guión adaptado. La cinta es intensa, es interesante vale la pena por el hecho de que para Armstrong no fue un pequeño paso para el hombre, sino un gran salto para su alma.