Confesiones de mamá: Cuando te sale el tiro por la culata...

Había tenido unos días súper pesados de chamba, y además estaba muy preocupada por una situación familiar. El miércoles en la tarde tuve que ir a una junta horrible, de esas que mientras estas ahí sientes que se te retuerce el estómago. Después fui a una cena dura, de esas que dices las cosas porque sabes que las tienes que decir pero cuesta muchísimo.

Así que llegué a mi casa agotada física y mentalmente. Los niños ya estaban dormidos, y como de costumbre entré a checar a cada de uno de ellos y a darles un besito. Cuando entre a ver a Luis estaba dormido con una paz envidiable, me acerque y olía delicioso (tiene 5 años, ya es niño pero todavía le queda un poquito de bebé) y en ese momento perdí el control, lo cargue, y me lo lleve a dormir a mi cama.

¡Ya sé! ¡Está fatal! pero no lo pude resistir, quería mi osito de peluche vivo para abrazar toda la noche y curarme los malos ratos del día. Además, cuando lo metí en mi cama le dije “¿Quién está durmiendo con Mami?” y él sin despertar del todo solo sonríe y se acurruca. ¡Me lo podía haber comido a besos!

Claro que me salió el tiro por la culata, porque una vez que ya me había dormido empezó a moverse y a patear como pocas veces en su vida. Te juro que un momento me desperté porque tenía sus pies en mi cara, literal. Y por supuesto que no pude dormir nada.

Pero no puede ser que sea tan inconsistente, hace poco tiempo me quejaba que Luis se pasaba todo el tiempo a mi cama, te acuerdas que hasta lo tuve que convencer de las pastillas mágicas de los dulces sueños (ve la nota aquí), y ahora yo lo paso a mi cama. Le voy a crear una confusión horrible.

En fin, intentare no volverlo a hacer pero no prometo nada. ¿Tú también eres inconsistente? Please cuéntame para sentir que no soy la única. sofiademama@gmail.com