Confesiones de mamá: Los accidentes de los hijos

Este  fin de semana,en especial el viernes, pasé una tarde increíble con mis hijos. Hicimos galletas, jugamos y platicamos delicioso. Justo antes de irse a bañar Martín me pidió permiso para salir a jugar futbol al patio por 5 minutos. Yo estaba de súper buen humor, así que le di chance.

Lo que no pensé es que había llovido en la tarde y el  piso del patio con agua se vuelve muy resbaloso. De repente sólo vi como Martín corría atrás del balón y al tratar de chutar se resbaló y se cayó de cabeza. Salí corriendo para ver que le había pasado, y cuando llegué él estaba tirado en el piso y empezó a convulsionar. No te puedo explicar lo horrible que fue, los ojos se le pusieron en blanco, movía las manos sin ningún control y no reaccionaba. No duró mucho tiempo, y cuando recobró la conciencia estaba perfecto, pero yo de todas formas me lo llevé a urgencias para que lo revisaran. Le hicieron una tomografía y por suerte no hubo ningún daño.

Aunque no pasó nada, aún no me puedo quitar el miedo y la sensación de impotencia. Además, me sentí culpable de haberlo dejado jugar en el patio mojado y ponerlo en riesgo. Simplemente no puedo aguantar la idea de que nada malo le pase a mis hijos.

¿Pero que puedes hacer? Ni modo de envolver a tus hijos en una burbuja irrompible para que nunca se lastimen. Aunque no nos guste, tenemos que aceptar que siempre existe la posibilidad de un accidente. Creo que ser una mamá sobreprotectora, aunque tal vez disminuya el riesgo, en el fondo les acaba haciendo más daño.

¿Cuál es el nivel de protección optimo para un niño? Escríbeme a sofiademama@gmail.com y cuéntame tú que opinas.