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La búsqueda de ser una mejor persona

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Durante este mes escuchamos como todos a nuestro alrededor verborrean de sus propósitos para el nuevo año. Pero luego llega febrero y comienzan a desvanecerse, y para marzo o abril pareciera que el año no tiene ni principio ni fin. Bueno, para el nuevo año me propuse realmente cumplir con alguna metas personales. Para que el tiempo no se comiera mis ideas, decidí establecer una estrategia; a mí me está funcionando así que decidí compartírtela.  

Metas simples y realistas

Primero que todo, debes establecer metas simples y realistas. Por ejemplo: seamos sinceras, “no juzgar” es una meta bastante fantasiosa; pero si reorganizas las palabras de tus objetivos llegarás a pequeñas victorias que te darán satisfacción, lo cual te ayudará a establecer retos mayores y, sobre todo, no se morirá tu esfuerzo personal. En este caso, mi propósito se leería: no unirme al chisme. Así cada vez que escuche que están chismeando mis amigas, recordaré mi meta personal y me abstendré de alimentar el chisme; en cierta manera no estaré juzgando. Los cambios pequeños son más fáciles de hacer  y tienen el mayor beneficio. 

Tener tus propósitos escritos a simple vista

Otra recomendación es crear un espacio y/o un grupo de soporte. Yo sé, suena como si hablara de un problema; pero el apoyo no siempre es para salir de un mal, puede también existir cuando buscamos un bien. Tener tus resoluciones escritas en algún lugar que ves constantemente (la computadora, el espejo de tu baño, en tu coche etc.) te ayudará a no quitar de mente del esfuerzo que realizas; esto sería un espacio de soporte. Ahora, si puedes compartir estos objetivos con tus cercanos, ¡hazlo! Te sorprenderás al ver que la gente que te quiere te va a echar la mano en cumplir tus objetivos, porque verán que realmente sí estás buscando alcanzarlos. Así, cuando comiences a chismear ( o cuando te vean que no estás cumpliendo con cualquier propósito que tengas) te recordarán de tu compromiso, alentándote a frenar y regresar al camino del cambio. Esto se denominaría “grupos de soporte”. ¿Ves?, ya no suena tan drástico como al principio.

¡No te flageles! 

Por último, ¡no te flageles! Si te resbalas, cometes un error o pierdes tu camino por un tiempo, no te preocupes, es natural. Si dejas que estos errores te desanimen, abandonarás tu lucha por el cambio. Mejor, párate, sacúdete e intenta de nuevo. 

Ahora sí puedes gritar… ¡Feliz año!

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