Hace años los vi por primera vez pero no sabía que se llamaban terrarios. Son pequeños jardines que se cultivan en recipientes de cristal.  Me llamaron la atención por ser bonitos y que no requieren muchos cuidados. Desde entonces me volví mega fanática (un poco obsesiva dice mi esposo). Pero bueno, hoy te quiero enseñar cómo se hacen para que tú también te vuelvas tan fan como yo. 

Un pequeño jardín

Vamos paso a paso

Escoge plantas  que no crezcan mucho y sean “resistentes”. Te recomiendo  helechos, musgo, crasas y cactus.

Busca un recipiente pequeño, pero lo suficientemente profundo como para contener la raíz. Yo utilicé una pecera, de esas que venden por 12 pesos en tiendas de todo a un precio.

Ve a una tienda donde vendan cosas de jardinería. En lo particular prefiero internet porque encuentro más variedad y, por un pequeño extra, me lo llevan a la casa. Ahorro tiempo, pero si te gusta ver qué más se te antoja, creeme que esos lugares también son terapéuticos. 

Consigue tierra ligera, mejor si incluye musgo.  Para comprobar su drenaje, lo que hice fue mojarla un poco y si se desmorona está perfecta (si se queda pegada o como lodo requiere más musgo o tierra, hay que irle calculando).

Mezcla la tierra con vermiculita, un mineral compuesto por magnesio, hierro y aluminio. La proporción es 3:1 (tres porciones de tierra por uno del mineral).  

Al fondo de tu recipiente coloca piedras o gravita. Asegúrate de que el tamaño de las piedras no excedan los 0.5 centímetros. Agrégale un poco de carbón vegetal.

En la siguiente capa pon un poco de musgo, funcionará como esponja para absorber el exceso de agua.

Coloca la tierra y aplasta suavemente para nivelar la superficie. Ahora cava pequeños hoyos y ve introduciendo tus plantas en ellos. Cubre las raíces dándole palmaditas suaves.

Muy importante: evita que las hojas toquen el vidrio porque eso favorece el desarrollo de hongos.

En la superficie puedes agregar decorados, musgo o piedras, para que se vean más bonitas y no crezca maleza. A mí me gustan las conchas de mar, así que fue lo que utilicé (raro, sí, pero se ven bien jaja).

El riego depende de la planta, por lo regular dos veces a la semana, trata de que el agua llegue hasta las piedras de abajo.

Te va a encantar. Ojalá pudieras visitar mi casa para que veas lo hermoso que se ve.