Hoy estoy fresca como una lechuga pero, hace un par de años, sentí un mega dolor en el estómago, IN-SO-POR-TA-BLE...¡tenía piedras en la vesícula!

Al principio pensé que me había enfermado de la panza y ahí me tienes tomando medicina para la diarrea, pero con un dolor más fuerte que el parto de mi hija (literal, te lo juro).

Así estaba, aguantando hasta que de plano no pude más y fui al hospital. ¡Tenían que operarme de urgencia porque mi vesícula estaba a punto de reventar!

Todavía me acuerdo del dolor que sentí y bueeeeno, fue de los más intensos que  he tenido en mi vida. No se lo deseo a nadie.

Atentas a los síntomas

Yo no tenía idea de lo que me estaba sucediendo, pero hoy que tuve la oportunidad de platicar con el Dr. Raymundo Santiago Valdovinos, finalmente comprendí muchas cosas.

Mi idea es que tratemos de prevenir esta enfermedad lo más que se pueda y que nos demos cuenta de los síntomas para no tener que correr de urgencia al servicio médico (como yo).

Primero entendamos qué es la vesícula

La vesícula es un pequeño órgano que almacena bilis, un líquido que produce el hígado y que se encarga de digerir las grasas.  

Factores genéticos y una dieta rica en grasas pueden hacer que la bilis se haga más espesa y esto forma piedritas (cálculos biliares).

El Dr. Santiago me explicó que el principal síntoma de la formación de piedras es dolor en el abdomen que se acompaña con vómito y náuseas casi siempre después de comer grasas e irritantes.

En mi caso coincidió que después de hacer un coraje tuve el dolor intenso que te platico, pero el Dr. me comentó que esto es un mito, más bien tenía predisposición genética (mi mamá y mi abuela también padecieron de lo mismo) y soy adicta a los “chilitos”.

El tratamiento

En mi caso requerí una extracción de vesícula por medio de laparoscopia, una operación mínimamente invasiva y de rápida recuperación. También pueden hacer una cirugía abierta, pero creeme que en mi caso (aunque sí me dolió como cualquier cirugía), fue mucho más amigable. Y bueno, por fortuna la vesícula no es indispensable para nuestro organismo, la bilis tiene otras formas para llegar al intestino delgado. Así que... ¡Fiuuu!

Ojo para las que somos mamás....

De acuerdo con el Dr. Raymundo Santiago Valdovinos, los padecimientos de la vesícula son más frecuentes en mujeres, pero sobre todo en aquellas que tienen muchos hijos. Según me detalló, esto se debe a los cambios hormonales que experimentamos en el embarazo, los estrógenos (hormonas femeninas) aumentan considerablemente el riesgo.  

Y si creías (como yo) que una vez sin vesícula todo era felicidad... ¡Te equivocas! Algo que me dejó muy claro el doctor es que es posible que las piedras se vuelvan a formar si sigo comiendo grasas y chilitos, así que a cuidarme.

Si tienes un problema de “piedritas”  te paso el contacto del doc.

Raymundo Santiago Valdovinos
 Pertenece a la red de expertos Top Doctors. 
Consultorio Ángeles Metropolitano.
Tel. 55643930

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