No voy a ser la primera amiga que te diga que comer probióticos es excelente para tu salud intestinal (de hecho, podría jurar que lo has escuchado en cientos de anuncios comerciales), pero quizá si sea quien te comparta que incluirlos en tu dieta también es bueno si estás buscando bajar unos kilitos.

Lo primero que quiero contarte es que los probióticos son microorganismos vivos que, de manera natural, ya viven en nuestro cuerpo. Estos fomentan el crecimiento de bacterias buenas que ayudan a mantener el intestino sano.

Pero además, y aquí entra lo segundo que quiero decirte, tener un sano equilibrio de bacterias buenas en el cuerpo, también puede ayudarnos a regular el peso y evitar diversos problemas de salud.

La mejor evidencia de lo mucho que los probióticos pueden ayudarnos a bajar de peso está en un estudio publicado en el British Journal of Nutrition, el cual investigó los efectos de una cepa de probióticos Lactobacillus Rhamnosus (GG).

Después de seguir a 125 hombres y mujeres a lo largo de un programa de pérdida de peso de 12 semanas, la mitad de los participantes consumían GG y a la otra un placebo, los investigadores descubrieron que las chicas que comieron los probióticos bajaron más kilos que las que no los comieron.

Genial, ¿no?

Y ahora, ¿cómo puedes comer más probióticos?

Existen muchos alimentos que contienen probióticos, no sólo el yogurt los tiene, que puedes agregar a tu dieta diaria.

Queso cotagge. Puedes mezclarlo con frutas y comerlo en el desayuno.

Aceitunas y encurtidos. Éstos son perfectos para agregarlos en tus ensaladas.

Chucrut. Un alimento típico de Alemania. Lo puedes comer junto con tu carne.

Miso. Este alimento está hecho con porotos de soja. Agrégalo a tus sopas y guisos.

Kéfir. Una bebida que puedes utilizar para preparar tus batidos de frutas.

Trata de comer más de estos alimentos todos los días, un vasito de yogurt está bien para empezar (o por si los demás no se te antojan).

Eso sí, recuerda que sólo comer más probióticos no va a hacer que bajes de peso mágicamente. También necesitas seguir haciendo ejercicio y llevar una dieta saludable.