¡Qué rico es estar de vacaciones! Pero aunque a todas nos encanta tirarnos como lagartijas, hay que tener claro que el sol puede afectar gravemente nuestra piel.

¿Habías escuchado hablar del fotoenvejecimiento?  Hace tiempo conocí a la doctora Magdalena Reyes, de Hawian Tropic, y ella me explicó que el sol afecta nuestra piel porque produce un efecto oxidativo.

Entre más estemos bajo los rayos del sol, nos producirá manchas, resequedad e incluso adelgaza nuestra piel porque disminuye el colágeno.

En casos menos extremos nos produce arrugas, “lunares”, cambios en la coloración de la piel, pero en otras ocasiones puede derivar incluso en cáncer.

¿Qué hacer para protegernos del sol?

Aunque nos guste mucho el sol, hay que evitar pasar tiempos prolongados en los rayos directos.

Utiliza protector solar (y también haz que tu familia use este producto) porque funcionan como barrera contra los rayos ultravioleta y actúan reduciendo los radicales libres.

También es importante consumir alimentos con antioxidantes como las uvas.

¡Aguas con la alberca!

Clásico que estamos frescos en la alberca y se nos olvida ponernos bloqueador… ¡Error! Todas las superficies que refractan la luz del sol hacen que reciba mayor cantidad de luz en nuestra piel y por lo tanto incrementa el daño.

Arena, agua, nieve… ¡Todas funcionan como una lupa que incrementan la radiación y ocasionan más daño!

Ojo, el protector solar debe aplicarse cada cuatro horas en la ciudad, si estás en la playa cada 2 horas y cada 25 minutos dentro del agua (aunque el producto diga a prueba de agua).

Evita exponerte de las 11 de la mañana a las 5 de la tarde.  Utiliza también medios físicos (sombrero, traje de baño completo, playera). Es recomendable que niños desde 6 meses en adelante usen protector solar.

¿Cómo leer el factor de protección solar?

La doctora Reyes me dijo que esto es lo que debemos considerar:

    •  FPS menor a 50: Protección media

    •  FPS 50: Alta protección

    •  FPS 50+: Muy alta protección

Ah y no es lo mismo un protector que un bronceador. Definitivamente o te bronceas o te proteges. Yo voto por la salud.