El tamaño SÍ importa...(Al menos en vinos)

Cuando pensamos en una cena con amigas consideramos que coman una ensalada pero sabemos que sin duda vamos a necesitar mucho vino, por eso me encanta el formato de botella MAGNUM que tiene capacidad de litro y medio, es decir, el doble que una botella normal. Además de tener un tamaño que simplemente te hace sonreír el vino que viene en este tipo de presentaciones es el la mayoría de los casos, de buena calidad.

Cuando el vino se embotella, esas partículas se van entrelazando hasta que forman cadenas que lo vuelven un vino más elegante. Es cuando se dice que un vino se ha "afinado" en botella. Las bodegas, que conocen todos estos aspectos, sacan a la venta etiquetas en este formato, pero sólo de sus mejores vinos.

La otra ventaja en las botellas Magnum, es que el vino es muy sensible a los cambios bruscos de temperatura. Cuanta más pequeña sea una botella, menos tardará en calentarse, y es más fácil que se arruine. Las botellas Magnum tienen que abrirse cuando haya gente suficiente para consumirla en ese momento, así que se trata del tamaño perfecto para compartir una tarde con buenas amigas y mucho chisme!