Cómo secar jitomates

Lunes, 08 de Julio del 2013

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Como en estos momentos hay abundancia de jitomates, el secado al horno es la manera fácil de hacer uso de ellos. La técnica es usada frecuentemente por los chefs profesionales, pero es lo suficientemente simple para que puedas hacerlo tú.

Lo único que necesitas hacer es cocinar los tomates a una temperatura baja durante varias horas. Esto elimina el exceso de humedad durante el proceso y concentra sabores, haciendo que los jitomates estén sedosos y masticables.

El secado al horno funciona para cualquier tipo de tomate, pero tenga en cuenta las siguientes sugerencias: los pequeños, como los tomates cereza o uva pueden ser cortados por la mitad o dejarlos enteros, los jitomates normales deben ser cortadas por la mitad, y los grandes se pueden cortar en rodajas (para piezas crujientes, rebanadas más delgadas).

Precalienta el horno a 120 grados. Cubre una bandeja para hornear con papel pergamino; si las rodajas de tomate son muy delgadas, usa una esterilla antiadherente para cocinar.

Poner los tomates, la parte cortada hacia arriba, aproximadamente a 2 centímetros de distancia. Espolvorea las hierbas que desea utilizar, como albahaca u orégano, y algo de sal y pimienta. (Si los tomates están insípidos o les falta dulzura, se pueden espolvorear con un poco de azúcar).

Cocina hasta que los jugos dejen de fluir y los jitomates se hayan reducido un poco. Los jitomates pequeños se cocinarán en alrededor de una hora; los grandes pueden tardar hasta cuatro horas, pero pueden cocinarse durante el tiempo que se quiera para obtener la textura que se está buscando.

Ten en cuenta que mientras más secos, más intenso será el sabor. Para almacenar, déjalos enfriar por completo, y ponlos en un recipiente hermético en el refrigerador durante un máximo de tres días, y en el congelador hasta por dos meses.