'No disfraces a tu hija de Moana': la recomendación de algunos padres para Halloween
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Hay que darse cuenta de la problemática. Imágenes: Disney y Deviantart/Eri-nyan
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Octubre, mes de fiestas y mes de disfraces. Pues a propósito de esto ha surgido en internet una polémica. ¿Disfrazar o no a tus hijos de princesas, especialmente de Moana? Te cuento y reflexionemos.
¿Qué tan "correcto" es disfrazar a tus hijos de Moana?
Lo usual es ver por todos lados a niños y niñas disfrazados de personajes populares del cine y la televisión. Disney tiene uno de los catálogos más amplios para inspirarse y sacar un disfraz, pero esto no siempre resultará en la mejor idea.
Hablemos del caso de Moana, pues están surgiendo dudas en torno a qué tan correcto es disfrazarse de esa princesa.
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La película es una de las producciones originales (no perteneciente a saga) más exitosas de la casa del ratón de los últimos años, y por ello es obvio que muchas niñas quieran disfrazarse como la chica del título.
De acuerdo con un artículo de Cosmopolitan que a su vez retoma un estudio de The New York Post, los padres de familia de ahora deben ser más sensibles ante los contextos raciales.
En ese sentido Moana es un personaje especial para las chicas de ascendencia polinesia que nunca se habían visto retratadas en una caricatura de Disney, de la misma manera en que Tiana de La princesa y el sapo lo fue para las chicas de ascendencia africana que nunca se habían visto reflejadas o Mulán, la princesa oriental.
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Ahora bien, la reflexión de un grupo de padres es que el pensamiento debe estar alineado a la realidad de las minorías y una manera de demostrarlo es respetar las respectivas culturas.
Pretender, aunque sea con un disfraz de Halloween, ser de una raza, etnia o agrupación religiosa ajena, solo acentúa la problemática dinámica de dominio que históricamente ha ejercido la gente blanca.
Una de las conclusiones del texto es que los disfraces de Halloween pueden ser un gran punto de partida para concientizar a los más jóvenes, de hacerles ver la realidad y sensibilizarlos sin atentar contra su libre desarrollo.
¿Sí o no?
La verdad es que no comparto mucho esta opición. Creo que, por el contrario, conocer otras culturas nos ayuda a repetarlas y valorarlas. Que una niña blanca se vista de Moana o una pequeña morena quiera lucir a Cenicienta, para mí, es una forma de combatir la discriminación, vernos más allá de la piel, admirar más allá de una zona geográfica sino a través de la cultura.
Esta recomendación que pretende respetar la tradición polinesa me parece que es todo lo contrario.
¿Qué piensas?
*Imágenes: Disney.