Saltar al contenido principal | Saltar A búsqueda | Alto Contraste

El enamoramiento aumenta las defensas contra cualquier microorganismo, incluido el Covid -19

El enamoramiento aumenta las defensas contra cualquier microorganismo, incluido el Covid -19 Foto: *Pixabay

El enamoramiento aumenta las defensas contra cualquier microorganismo, incluido el Covid -19 Foto: *Pixabay

De amiga a amiga, los tips más selectos directo en tu correo.

Al hacer click en Suscríbete elegirás el contenido que quieras recibir en tu correo y quedarás suscrito a nuestro boletín el cual podrás cancelar en cualquier momento; no olvides revisar tu carpeta de Spam.

Durante el enamoramiento, o primera fase del amor, los seres humanos aumentan sus defensas y, por consiguiente, la resistencia contra cualquier microorganismo, incluido el Covid 19, afirma el científico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ignacio Camacho Arroyo.

Durante una videoconferencia titulada, “Los ingredientes bioquímicos del amor”, el académico de la Facultad de Química de la UNAM,  afirmó que estar enamorado puede modificar para bien la actividad del sistema inmune: “En esta etapa vamos a tener más defensas contra cualquier microorganismo. Si estamos enamorados y nos enfermáramos de Covid 19, por ejemplo, es mucho más probable que podamos resistir al virus”.

El amor fundamental para la supervivencia de las especies

A través de un boletín de prensa emitido por la institución, el investigador ahondó que el amor es un fenómeno integral en donde participa  todo el organismo, en el cual el cerebro y diferentes glándulas producen mensajeros químicos que se comunican entre sí.

El experto detalló que existen dos tipos de amor: el de pareja y el filial (maternal o paternal), ambos fundamentales para la supervivencia de las especies.

 “En los mamíferos, particularmente los homínidos (primates, como los humanos), el amor de pareja en muchos casos llevará a la procreación; en cambio, el amor filial es importante para el cuidado de las crías en etapas muy tempranas del desarrollo”, indicó.

Foto:

Las fases del amor

En el documento difundido por la UNAM, Camacho Arroyo explica que el amor consta de tres fases: el enamoramiento, el amor pasional o de consolidación y el amor de compañía, siendo la primera etapa, la que mayores cambios hormonales produce.

Enamoramiento, una bomba hormonal

Durante la etapa del enamoramiento, la actividad cerebral se modifica de manera selectiva en diversas regiones de nuestro sistema nervioso central.  En el amor romántico se activa el hipotálamo, que está involucrado en el despliegue de la conducta sexual.

“Al inicio del enamoramiento hay otros cambios importantes a nivel hormonal como, por ejemplo, el aumento en los niveles de testosterona en la mujer y la disminución de esta en el hombre. En esta etapa las personas tienen incertidumbre, estrés moderado y aumentan los niveles de cortisol”.

Durante esta etapa la percepción de la realidad es diferente, pero esta activación o desactivación de las zonas del cerebro no duran toda la vida:  “Estos cambios en los niveles hormonales, al igual que los que ocurren en el cerebro, son temporales y varían de pareja a pareja, dependiendo de cómo se den los primeros meses de relación. Muchos autores dicen que en los primeros tres o cuatro meses ya se empiezan a reestablecer algunos de los niveles previos al enamoramiento”.

Los mensajeros químicos del amor 

El especialista detalló otras manifestaciones del amor, fundamentales para el bienestar y la supervivencia de las especies, como el deseo sexual, relacionado con el coito que puede llevar a la reproducción; la atracción, importante para establecer lazos de pareja, y el establecimiento de las relaciones.
 
Destacó que en las manifestaciones del amor participan diferentes mensajeros químicos, pues las hormonas son esenciales para desplegar cualquier conducta sexual; por ejemplo, la testosterona es una hormona típicamente masculina, mientras que el estradiol y la progesterona son hormonas femeninas.

Participan también los neurotransmisores; mensajeros químicos como la dopamina y la serotonina (que se producen en el cerebro y regulan las funciones del sistema nervioso); péptidos, como oxitocina y vasopresina, que se producen en el cerebro y se liberan de la glándula hipófisis, entre otros.

 

Youtube Imagen
Icono Play youtube

Votar por este artículo 0 loves
   
 
Eliminando...