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'El Conde Pátula', vampiro vegetariano

'El Conde Pátula', vampiro vegetariano

'El Conde Pátula', vampiro vegetariano

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Todos sabemos que el amante de la sangre por naturaleza es el vampiro. So­brevive en las tinieblas y vuela para llegar a sus víctimas, en espera del momento preci­so y atroz para atacar con sus largos colmillos. Por lo menos esa es la figura que parte de la literatura y el cine crearon de estos personajes. Es lo que se me viene a la mente cuando pienso en vampiros.

Sin embargo, el protago­nista de la caricatura británica El Conde Pátula sale por com­pleto de tal estereotipo: gusta de las zanahorias, es un pato con linaje de vampiro, aun­que más bien desea ser artista o héroe, y tiene a su servicio a una tierna, pero brusca nana, que de tan grande y distraída nunca entra por la puerta y rompe, sin querer, los muros a su paso, y a un mayordomo como mentor, Igor, quien se empeña en hacer de él un ser malévolo, sin mucho éxito.

Conde Pátulaaaaa

Te voy a revelar mi edad, tenía 5 años cuando el Conde vegetariano fue estrenado hace 30 años, el 6 de septiembre de 1988.

La caricatura hizo una paro­dia al Conde Drácula, con aves antropomorfas como personajes, y lo convirtió en un adolescente sarcástico de piel verde, con copete par­tido a la mitad y totalmente vegetariano.

Miedoso, amante de la ar­mónica, juguetón y curioso, el también llamado Patolín por su nana Nanny, es el consen­tido gobernante de un castillo en Transilvania, que evita el peligro a toda costa y se tele­transporta, con todo su ho­gar, a cualquier sitio desde un ataúd mágico, haciendo lo lúgubre a un lado.

Las cuatro temporadas que completaron los 65 episodios de la caricatura, trasmitida en la década de 1990, contaron para Hispanoamérica con el doblaje de voces mexicanas, que no sólo le imprimieron su estilo sonoro, sino también un sentido del humor peculiar.

No faltó el albur y las cla­ras referencias a México. Por ejemplo, el Conde Pátula re­fiere que tiene un tío llama­do Germán Dobles y lo hace en homenaje al actor Germán Robles (qepd), protagonista de la película mexicana de terror El vampiro, de 1957. Además, en el primer episodio, una de las diosas involucradas en la trama lleva por nombre Arribaella.

 

Conde pátula

El sarcasmo, el éxito de Pátula

Leí una entrevista con Excélsior, enn donde el actor de doblaje Luis Alfonso Mendoza, quien realizó la voz para Hispa­noamérica del Patolín, des­tacó que el sarcasmo y humor de la caricatura en esta versión en español, tuvo mucho que ver con el equipo mexicano.

“Me tocó trabajar en esta serie cuando aún se hacia el doblaje de antaño, con todos los actores en el atril al mis­mo tiempo, así que lo que no se le ocurría al señor Álvaro Tarcicio (qepd), quien inter­pretaba a Igor, se nos ocurría a nosotros. También, estaba la señora Carmen Donna-Dío (qepd), que era Nanny. Afor­tunadamente la serie fue muy bien aceptada. Había un poco de doble sentido, para que lo entendieran los adultos sin ofender a los niños.

Acerca de Germán Robles, él era el Drácula de México, así que para rendirle un homena­je hablamos de él como Ger­mán Dobles. Referíamos a lo que teníamos en la década de 1980 como la versión de Luis Miguel de Cuando calienta el sol, es decir, nos permitíamos cantar lo del momento. En la versión original El Conde siempre está cantando y aquí cantaba ‘...y si Ade­lita se fuera con otro...’, ju­gamos con lo que vivíamos”, expresó Luis Alfonso Mendo­za al rotativo.

El personaje llegó a las manos del actor cuan­do tenía un año de dedicarse al doblaje.

Fue uno de los prime­ros trabajos que realicé. Ad­miraba a Jorge Arvizu El Tata (quien también hacía doblaje) y quería hacer una caricatura en la que pudiera salirme un poco del guión para hacer una adaptación hacia nuestra cul­tura”, dijo.

Entre diálogos había po­rras, figuras mexicanas co­nocidas y lugares como el Auditorio Nacional, uno de los escenarios en el mundo en los que El Conde Pátula quería presentarse.

“La se­rie es in­glesa y tenía su humor, pero no el que le pusi­mos nosotros. La adaptamos para que sonara a eso. En los capítulos hablamos de Patónica Castro (Verónica Castro), Patún Velasco (Raúl Velasco) o emulamos al Indio Fernández. Fuimos mexica­nizando (sic) muchas cosas.

“Todas las porras para via­jar en el tiempo fueron inven­tadas por un servidor como ‘castillito, castillito, castilli­to del terror, vámonos ahora con Nicanor.”

Para Mendoza, quien ha dado voz a Joey en Friends y Sheldon en La teoría del big bang, entre otros— El Con­de Pátula sigue vigente. “Nos satisface porque se deja una historia en las voces, en las series”.

Vía Excélsior

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