¡Justicia al fin! Don Martín Mestre encuentra al asesino de su hija tras 30 años

Después de tres décadas de incansable búsqueda, el viaje de Martín Mestre en busca de justicia para su hija, Nancy Mestre, finalmente ha llegado a su conclusión. La trágica historia comenzó en la madrugada del 1 de enero de 1994, cuando Nancy fue brutalmente asesinada. El responsable, Jaime Saade, huyó a Brasil, dejando a Martín con un corazón destrozado y una determinación inquebrantable de hacer que Saade respondiera por sus acciones.

El padre de Nancy Mestre nunca se rindió

Los siguientes años fueron una odisea de perseverancia y tenacidad por parte de Martín. Utilizando todas las estrategias a su disposición, desde visitas regulares a los tribunales hasta investigaciones exhaustivas en las redes sociales y la cooperación con la Interpol, Martín se dedicó por completo a la búsqueda de justicia para su hija. Su vida se convirtió en una misión, una búsqueda interminable que lo llevó a Brasil en 2019, donde finalmente localizó a Saade.

Sin embargo, el camino hacia la justicia no fue fácil. A pesar de encontrar al culpable, el proceso de extradición se vio obstaculizado por complicaciones legales. En la Corte Suprema de Justicia de Brasil, un empate amenazaba con dejar en libertad a Saade, desgarrando las esperanzas de Martín. Pero la perseverancia no se detuvo allí.

Gracias a la ayuda desinteresada de una abogada y su bufete en Estados Unidos, se libró una batalla legal sin precedentes para asegurar la extradición de Saade a Colombia. En abril de 2023, la Corte finalmente emitió su decisión, invalidando el primer fallo y permitiendo que Saade enfrentara la justicia en su país de origen.

Obtiene justicia

Y así llegamos al 2024. El jueves por la noche, Saade finalmente fue extraditado y enfrentará el tiempo de condena que le resta por cumplir en una prisión de Barranquilla por el asesinato de Nancy Mariana.

Para Martín, este momento marca el cierre de un capítulo doloroso en su vida. Después de tanto tiempo, finalmente puede descansar sabiendo que ha hecho todo lo posible para obtener justicia para su hija.

“Mi intención nunca fue tomar venganza, en la familia no se pensó en eso. Mi lucha fue por hacer justicia. El mensaje que le envío a los padres de familia es a no desfallecer, a no esperar que las autoridades actúen”.

Aunque el futuro puede ser incierto, Martín se siente en paz. No necesita enfrentarse a Saade cara a cara para encontrar la paz interior; después de todo, ya sabe que él es el responsable directo del crimen.

Ahora, puede comenzar a reconstruir su vida, honrando la memoria de Nancy mientras sigue adelante. Su viaje ha sido una lección de perseverancia, amor inquebrantable y la búsqueda eterna de justicia. Y aunque la herida nunca sanará por completo, este capítulo marca un nuevo comienzo para Martín y aquellos que lo rodean.

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