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Todo lo que cruza por tu cabeza mientras tienes sexo

Hay veces en que sencillamente no te puedes concentrar y disfrutar

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Viernes en la noche, él contigo en la habitación coqueteándose, el ambiente se pone tenso y toda pinta para ser una “noche de suerte” cuando de pronto, entre caricias y todo te viene a la mente: “¿cerré la llave del lavabo?” y empiezas a hacer un recorrido mental, desconectándote de lo que pasa a tu alrededor y lo peor, ¡dejando de disfrutar los arrumacos de tu pareja!

Debo de confesarte que es terrible cuando te sucede eso, pero es de lo más normal, así que, platicando con unas amigas, decidí hacer esta lista de todo lo que cruza por tu cabeza mientras tienes sexo y con la cuál te sentirás identificada:

“¿Qué ropa interior traigo? ¿Cuál, cuál, CUÁL? ¡NO me acuerdo!”

Es en esta parte que en pleno call to action de caricias empiezas a hacer un repaso mental de lo que traes puesto -rogando no traer los panties más viejos o peor aún de estampado- y pensando en la maniobra que harás para quitarte – si traes unos panties nada sexy- sin que los vea.

“No venía preparada… ¿traerá protección?”
Si, a menudo sucede que lo que era un plan “tranquilo” se convierte en una noche intensa, pero, oh, oh, no venías preparada… así que bueno, a menos de que te quieras llevar un susto – y no sólo por un embarazo, si no por una enfermedad de transmisión sexual-  buscas la farmacia o….

“¿Traerá él?”

Y si eres tímida, la situación te hará sentirte incómoda, pero ni modo le tienes que preguntar….

“Espero que le guste lo que vea”

Aunque seamos la chica más temeraria, segura de sí misma y sexy, el estar la primera vez con un chico nuevo nos hace preguntarnos eso. Ya sé que si están con nosotras es porque les gusta, pero miren que me han tocado unos hombres que bueno… no te dicen, pero como juzgan.
 

¿Lo está disfrutando? ¿por qué no hace ni un ruidito?

Yo te confesaré que he tenido que aprender a observar y estar atenta a todos los gestos del chico, porque ahora sí, que un amigo me dijo “el orgasmo es de quien lo trabaja”, pero ni aun así es garantía. Chicos, por favor, cooperen si no son expresivos mínimo hagan un ruidito, un gruñido… ¡ALGO!
“Esa expresión no me gusta”
Puede que andemos muy metidas disfrutando del momento, pero si de pronto abrimos los ojos y vemos algo en su expresión que no nos convence, hay problemas en el paraíso: empezaremos a hacer una lista mental de todos los movimientos, ruidos y gestos que hemos hecho para averiguar si hicimos algo mal.

“Esto no está funcionando”

Como es un trabajo en equipo te das cuenta, cuando las cosas no “embonan” como esperas y es momento de hacer algo antes de que se apague el fuego.

¿Y si cambiamos? ¿Le está gustando? ¿Cuánto falta?
Ok, las cosas no están funcionando, pero… ¿Cómo le sugieres que cambie? A menos de que lo conozcas bien y tengas confianza te atreverás a cuestionarle, pero si no… o te armas de valor o se volverá un desastre.
y el remate…. ¿Ya? ¿Fue todo?
¿qué otras cosas te han cruzado por la cabeza?

 

 

  

 

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