¡No me respetes por ser mujer!

Cuántas de nosotras en este día Internacional de la mujer compartimos el clásico mensaje:"Feliz día" "para la luchadora que eres" "hoy princesa, es tu día" y tu whatsapp no se llena de imágenes  como "eres audaz, valiente, etc." ¡De seguro muchos!!  

Pero de verdad.... ¿Eso merecemos? ¿Necesitamos una fecha para celebrar nuestro género? ... La respuesta es NO. 

Creo que merecemos más y no por el género si no por que somos seres humanos. 
Y si no me crees... tienes que leer esta carta: 

"Estoy harta de la condición de ser mujer, del vivir con miedo, con doble moral; pero peor, aún de saber que a pesar de ser 2021 todo el tiempo me violan: con la mirada cuando salgo a la calle con un vestido, a mi voz cuando veo una injusticia y me callan porque “no tengo derecho”, cuando no reconocen mi trabajo porque soy mujer.

Si tú estás leyendo te tengo una petición; y más que una petición, una exigencia: no me respetes por ser mujer, sólo por ser persona. Porque estoy harta de salir a la calle con miedo (aunque no lo demuestre) de que algo me suceda y sigan diciendo, “eso te pasa porque tú te lo buscaste”.

Pero déjame decirte algo: nosotras como mujeres tenemos la culpa de que se nos siga tratando así, por la sencilla razón de que educamos a los hombres con la idea de respetar a la mujer porque “es tu mamá, es tu hermana, es tu abuela” y no con el hecho de que es una persona como él que siente, ríe, baila, piensa.

Sé que me odiarás por decir eso, pero es la verdad. Siempre me he rodeado de hombres y recuerdo perfectamente que todo el tiempo las mamás de mis amigos les gritaban que me dejarán de molestar, porque era “una niña”, pero en lugar de hacer caso insistían más; para ganarme su respeto, tuve que molerme a golpes, escalar arboles a la par y jugar canicas sólo para demostrar que un par de moños en el pelo y un vestido no me hacían débil.

Ahora, 20 años después, tengo que hacer lo mismo, pero ya no escalo árboles, sino puestos que me he ganado a base de esfuerzo y no de “abrirle” las piernas al jefe. No doy golpes, pero sí alzo la voz para hacer valer mis derechos, y es en este punto en que pregunto:

 ¿Por qué siendo nosotras las que tenemos el cambio en nuestras manos nos ponemos la venda de la indiferencia?

Preferimos callar a decir que nos molestan; hacernos de la vista gorda para que no nos quiten los pocos centavos que ganamos; a no lucir ese vestido que tanto nos gusta para no atraer miradas que nos desnudan a cada paso que damos o escuchar comentarios subidos de tono que nos incomodan.

Te pregunto y quiero que respondas sinceramente: ¿Estás haciendo algo para cambiar? O simplemente te quejas amargamente y echas la culpa de tu mala suerte por ser mujer.

Porque si respondes a la segunda sigue gritando que te respeten por ser mujer porque te estás valiendo de ese estado para no admitir que en ti está el hacer valer tus derechos.

Pero, si es la primera, entonces insiste hasta cansarte, hasta que dudes si lo que estás haciendo vale la pena. Para que al final puedas ganar la batalla de ser respetada porque eres una persona más, festejar el logro y decir….

¿Cuándo has sentido que por ser mujer no se te toma en cuenta? escríbeme tu historia a ahorasinecesitoundrink@gmail.com