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Ahora si necesito un drink: la adicción de no dejar ir los recuerdos

Aprender a vivir de recuerdos es fácil, el problema es hacerse adictos

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Esta es la conclusión a la que llegué después de la última borrachera que me puse a su salud y de cómo terminé a las 4 am, sentada fuera de mi casa, marcándole aun sabiendo que no me contestaría: No es bueno vivir de recuerdos, así de sencillo, por más hermoso que fuera, el pasado es pasado y se debe quedar ahí.

Si me preguntas porqué le marqué, mi yo frío te diría “estaba borracha, no sabía lo que hacía”, pero la respuesta real es sencilla: lo extrañaba. Extrañaba su voz, el ánimo positivo que me transmite en cada de sus palabras, la sonrisa que se dibuja cuando dice algo, pero sabía perfectamente que no contestaría y aun así lo hice, porque…

¿A quién no le gusta recordar?

Sí, ese primer beso, ver el amanecer mientras despertaba a su lado, el primer baile, la risa, en fin, ese conjunto de cosas que vives a lado de esa persona que tanto te hizo feliz, porque esa es la función de los recuerdos: ser una pequeña medicina que cura hasta el alma más triste y que inyecta- aunque sea por momentos-  un poco de felicidad y luz a tu vida.

 

ahora si necesito un drink

 

Sí, los recuerdos son buenos, hasta el momento en que se vuelve una adicción vivir de ellos y no los quieres soltar. ¿Te ha pasado? ¿Sentir que si eliminas de esos recuerdos no serás feliz? ¿Qué... si los dejas ir tendrás un vacío?

El problema es que cuando vives adicta a esos recuerdos te aferras de una manera inexplicable que consume tus energías, tu estado de ánimo, tu todo sólo por tener pequeñas dosis de felicidad momentánea y haces hasta lo imposible por seguir alimentándolos y la resaca es la peor.

Porque aprendes a vivir en el pasado, a caminar por la vida con un aire de melancolía que puede hacerte atractiva, pero al final de día te hará solitaria, porque nadie está dispuesto a cargar con fantasmas, más bien quiere ser ese fantasma que ronde por tus pensamientos.

Yo lo entendí ese día sentada afuera de mi casa, después de marcarle y cuando llegaba el mensaje de alguien más, que, sin el interés de incomodar sólo pasaba a saludarme…

Y entendí que…

Tenemos el mal necesario de torturarnos con un pasado que no regresará

Tememos a ser olvidados

Nos da miedo empezar de nuevo por no encontrar en alguien más lo que teníamos

V, si lees esto, te diré  que no me arrepiento de lo que pasé a tu lado, me arrepiento de dedicarte mis últimos días de darte el poder de vivir en mi presente cuando tu lugar ya es en el pasado y los recuerdos pertenecen ahí; al breve momento del recuerdo por encontrar un detalle mínimoque te hiciera venir a mi mente para después continuar con mi vida.

 

ahora si necesito un drink

 

Esta es la vida y aunque nos encanta regresar a los lugares donde fuimos felices, debes entender algo: volver al pasado no quiere decir que volverás a ser feliz, por la sencilla razón de que ya no eres la misma persona.

Cuando uno vive una experiencia, aprende algo nuevo, siente algo diferente, ve todo de otra manera y en eso reside la belleza del humano, en la capacidad de transformarse.

Así que, si estás viviendo de recuerdos, te invito a que los sueltes, a que te liberes: no será fácil, cortar con la adicción será aterrador, te sentirás vacío, ansioso, será lento y doloroso, pero no tanto como vivir con la sensación diaria de incertidumbre. Y si sientes que caerás, recuerda que siempre me tienes a mí para decir…. “ahora sí necesito un drink”.

¿A quién te hiciste adicto? Cuéntame tu historia y manda un mail a ahorasinecesitoundrink@gmail.com.

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