Ahora sí necesito un drink: Enamorada de mi mejor amigo

Dicen que en esta vida siempre hay un momento- por pequeño que sea- en el que te enamoras de un amigo y que hay valientes que se atreven a vivirlo y otros no tanto que prefieren callarlo; yo te confesaré  que soy del segundo tipo y cuando leí esta historia, me sentí identificada, amar en silencio ¿Te ha pasado?:

"En esta noche templada te recordé, hasta el punto de seguirme preguntando ¿Por qué nunca lo logramos? No éramos perfectos, pero si complementarios: la gente no entendía porque tú y yo simplemente estábamos juntos; si siempre necesitabas tener el control, demandabas atención al punto de pensar que eras prepotente y yo, a los ojos de los demás era la bondad andando.

La cuestión es que, ellos no sabían lo que  yo veía  en tí: veía al humano complaciente con sus seres queridos, al bondadoso que apoyaba los sueños de los más necesitados, pero sobre todo al hombre que se sabía frágil y con el miedo de todo humano de ser olvidado. Y era en ese momento en que sencillamente te amaba con más fuerza que nunca.

Porque  observándote en silencio, descubría el lunar en tu hombro izquierdo que se asomaba cuando alzabas los brazos exaltado cuando te enojabas y disfrutaba atenta todos esos jueves de café en que me leías tus cuentos mientras me imaginaba la protagonista de todos ellos ¡Cuántas veces no deseé ser esa mujer fuerte, valiente, sexy, divertida e inteligente de la que hablaban tus historias!

Y a pesar de que fueramos como agua y aceite, yo siempre encontraba en ti esa chispa de salir a vivir el mundo, la fuerza para ser valiente y cumplir mis sueños, la risa sincera en los momentos más difíciles de mi vida, la seguridad que en ocasiones me hacía falta.

Siempre soñé que tu me vieras así, como ese motor de vida, la inspiración de tus cuentos, con la que formaras un proyecto de vida.

Pero, nunca sucedió y… mientras llegabas todos los lunes a platicarme de tu nueva aventura tras un fin de excesos, yo sólo rezaba en mi mente que encontrarás la paz que tanto pedías en gritos ahogados. No me tachen de enferma, sólo de una mujer enamorada de su mejor amigo que quería lo mejor para él y por esa misma razón siempre se mantuvo en silencio.

Porque sólo necesitabas un apoyo y ese era yo, la amiga fiel, incondicional y noble y no necesitabas la mujer  apasionada que brillaba en mis ojos cuando te veía, esa que te pudo haber llenado de caricias y palabras amables,  que te llevara al extremo de la locura para hacerte sentir vivo y que quería entregarte.

Y es por esa razón es qué, aprendí a amarte en quedito.

Porque si esa era la única manera de poderte amar, la acepté. No tienes ni idea de lo que me dolió la única vez que intenté decirte que te amaba y me rechazaste diciendo…” Tú no me amas, sólo estás deslumbrada de lo que crees ver”, cuando no tenías ni idea de las tantas noches que planeaba como hacerte feliz, en que recordaba tu sonrisa y lo que sufría contigo cuando tu mirada se mostraba sombría.

Tal vez, mi único error y por él que nunca lo logramos, fue porque a mí me hacía fuerza para aferrarme, ignorar lo que me habías dicho e intentarlo y a ti valentía para atreverte a tomar todo lo que necesitabas y yo te podía ofrecer..."

- Aglaé.
 

¿Alguna vez entre drinks te acordaste de ese amor que nunca se logró? Cuéntame tu historia y escríbeme un mail ahorasinecesitoundrink@gmail.com para brindar juntas.