5 cosas que no aprendiste en la escuela

En la escuela aprendemos a calcular el área de un círculo o cómo contar hasta 10 en otro idioma, pero lo que realmente queremos saber es cómo aprender a besar, entre otras cosas, y por alguna razón no existe una clase para ello.

Al llegar a la universidad nos enseñan acerca de los conflictos gubernamentales en el medio oriente, cómo discutir tratados filosóficos de justicia o que si dominamos las dinámicas de oferta-demanda, el universo se revelará ante nuestros ojos.

Desafortunadamente, todos estos conocimientos resultaron poco útiles para la vida cotidiana. Aunque quizá logramos dominar lo que aprendimos, resulta un sinsentido si no logramos dominar el día a día. Las clases de cómo tener amigos y no estar solo o la guía para principiantes de manejo de ansiedad y creatividad abundante nunca existieron, aparentemente todos tenían esto resuelto.

Al no existir un profesor que nos enseñe esas cosas, debemos enfrentarnos a la vida por nuestra cuenta. Vamos descubriendo las cosas que nos funcionan, gracias a la experiencia, aunque puede que no sean consejos universales. He aquí una lista de 5 cosas que no aprendiste en la escuela, que pueden resultarte útiles en la vida cotidiana.
 

Hacer ejercicio. Las actividades físicas pueden levantar el ánimo. Compara tu motivación en los días que haces ejercicio y en los días en los que no lo haces.

Agradece. Cuando hacemos espacio para estar agradecidos, tendremos menos espacio para la ansiedad mental.

Concéntrate. La única forma de sentir que estamos generando un impacto positivo en el mundo y la gente que nos rodea es asegurarnos que estamos concentrados en lo que hacemos y en nuestra propia salud primero.

Escucha a tu cuerpo. Mientras más tiempo pases en silencio contigo mismo, más capaz serás de escuchar tu respiración y tu cuerpo. Así podrás darle todo lo que necesita y responderá cuando tú lo necesitas a él.

Lee un libro. Mientras menos Internet y televisión consumas y más te concentres en leer un buen libro, podrás mejorar tus niveles de ansiedad y concentración.
 

La mayoría quiere mejorar un poco cada día, es importante enfocarse en la salud mental, física, emocional y espiritual. Si logramos ese equilibrio, la felicidad estará a la vuelta de la esquina, haciéndonos sentir exitosos también.

(Vía Fundación UNAM) 
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