Como mamás recibimos muchos consejos de la familia, amigos, compañeros de trabajo y hasta de personas que conoces muy poco. Clásico: Te dicen cómo ayudar a tu bebé si llora, si le duele el estómago, si no puede dormir bien, y la verdad… ¡nadie más que tú sabe lo que le pasa!

Pero si entre las cosas que te han dicho, te han recomendado utilizar probióticos para proteger la salud de tu bebé, es una buena recomendación y esto te interesa. Según la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA), los Lactobacilos L. rhamnosus son ideales para la salud de bebés y niños.

Estos lactobacilos vivos le traen grandes beneficios a su sistema inmunológico, porque lo protegen de contraer enfermedades y lo ayudan a recuperarse más rápido si se enferma.

Evita las alergias

La etapa más importante para evitar alergias a lo largo de su vida, es la niñez. Los lactobacilos ayudan a que su sistema inmune resista tanto a enfermedades respiratorias como gastrointestinales.

La dosis adecuada debes consultarla con tu pediatra, pues depende del peso, la talla y los hábitos alimenticios.

¿Cómo encuentro estos probióticos?

Actualmente hay una presentación muy práctica en el mercado, son sobres con polvo que puedes  esparcir sobre los alimentos o disolverlo en líquidos.

Lo ideal para bebés es agregarlo a la leche o jugo de frutas, para que sea más sencilla su ingestión. Más adelante puedes espolvorear sobre alimentos sólidos, siempre y cuando sea necesario.

Beneficios

Podrás controlar los cólicos, diarreas, inflamación y regular el tránsito intestinal de tu hijo, toda vez que haya presentado este problema durante varios días. Pero siempre ten presente que es necesario acudir con tu especialista para que te recomiende la dosis adecuada.