Dale un pescado a un hombre y comerá un día, enséñale a pescar y comerá siempre. 

Los mexicanos somos muy trabajadores y cuando hacemos algo llegamos a la excelencia. Hoy te quiero contar un ejemplo que me llena de orgullo. Te voy a hablar de un café magnífico, hecho por manos indígenas de la sierra de Zongolica, Verazcruz, que se ha convertido en sustento de decenas de familias.

Desarrollo sustentable

Platiqué con Gustavo Maldonado, director General de Fondo para la paz, y me emocionó muchísimo escuchar cómo un proyecto que inició para fomentar el desarrollo de una comunidad en extrema pobreza, no sólo está próxima a cumplir su objetivo, también nos está proporcionando un café calidad de exportación que deja a México en alto.

Fondo para la paz es una organización civil sin fines de lucro que busca el desarrollo de comunidades rurales, pero no es simple “ayuda económica”, es realmente enseñar a los pueblos a ejecutar proyectos que puedan mantener a lo largo del tiempo y con un impacto ecológico nulo. 

Bajo este concepto, en la sierra de Zongolica, estado de Veracruz, una zona indígena donde es característico ver a la población con trajes tradicionales, se empezó a trabajar un plan de desarrollo hace 8 años. Una vez que la comunidad logró sus  necesidades básicas (agua potable, caminos, escuelas, etc), inició el proyecto de desarrollo económico hace 3 años.

Nace un pueblo cafetero

Fue así como esta comunidad indígena aprendió todo lo que se necesita saber para el cultivo del café. “Se les enseñaron técnicas de cultivo, creación de invernaderos con plantas sumamente resistentes y fortalecimiento del entorno ambiental. A lo largo de 3 años incrementamos las habilidades productoras, pasaron de ser recolectores a productores”, me platicó Gustavo Maldonado.

Hoy este lugarcito cuenta con 450 productores y en muy poco tiempo se ha logrado que mejore la calidad del café, al grado de contar con calificación de especialidad, lo que les da acceso a un mercado que paga mejor.

Hasta el momento se cultiva café oro y verde que está un punto antes del tostado. Se vende a distribuidores que lo tuestan y lo venden, principalmente a hoteles de lujo y restaurantes de Polanco y la Condesa.

También se logró colocar en exportación hacia Japón, un mercado que califica el producto por el nivel de defectos de sus granos, así que requiere un proceso de selección manual grano por grano. ¡Y lo hacen a la perfección!

Muy pronto estará a la venta del público a través de la página de Fondo para la paz y obviamente yo seré una compradora compulsiva con causa. Te aviso en cuanto esté a la venta on line, ¿ok?

Mientras tanto,  la próxima vez que vayas por un café a la Condesa o a Polanco (o en cualquier lado, hay que hacerles promoción jaja). te recomiendo que preguntes al vendedor, ¿tiene de la sierra de Zongolica? Ayudas a la comunidad y en verdad es extraordinario.