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El jardín acuático

El jardín acuático Foto: *Getty Images

El jardín acuático Foto: *Getty Images

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No es necesario tener un estanque de nenúfares para cultivar plantas acuáticas. Basta con sol, un poco de espacio al aire libre y un contenedor para que esté totalmente inmersa en el asunto. “Se puede crear un jardín acuático en casi nada; sólo piense en un acuario,” dice John Mark Courtney de Aquascapes Unlimited, un vivero al por mayor en Pensilvania que se especializa en plantas acuáticas.

No hay necesidad de disponer de un lago o estanque. Y no se necesitan piezas especiales, como desagües o filtros. Sólo tiene que seguir los siguientes consejos, y aves, libélulas y otras criaturas pronto se sentirán atraídos por este inesperado segmento de la naturaleza. Y usted también, porque estas aguas tranquilas pueden ser profundamente satisfactorias.

Lo que necesita

Courtney recomienda abrevaderos, piletas, macetas e incluso enormes tazones metálicos para comida, ya que los contenedores grandes son más fáciles de mantener. Busque recipientes por lo menos de un pie de profundidad y 15 pulgadas de ancho, hechos de piedra, cerámica, metal galvanizado, acero inoxidable o de arcilla que haya sido sellada para contener el agua. Evite el cobre, zinc y otros metales pesados, lo que podría filtrarse en el agua y dañar sus plantas. El vidrio, aunque atractivo, se calienta rápidamente y es de más cuidado ya que el agua se pone turbia y necesitará cambio frecuente.

Qué cultivar

Hay tres tipos de plantas acuáticas para contenedores. Las sumergidas, como la elodea (Egeria densa) y la cabonba acuática (Cabomba caroliniana), viven bajo el agua y proporcionan el oxígeno necesario. Las plantas emergentes, incluyendo el junco sacacorchos (Juncus effusus 'spiralis’), el club de oro (Orontium aquaticum), y los lirios y lotos de agua con flores, sacan sus hojas y puede florecer por encima de la superficie, pero tienen sus raíces en la tierra sumergida.

Las flotadoras, como el jacinto de agua, lenteja de agua (Lemna minor) y musgo de hada, cubren la superficie del agua, lo que ayuda a mantenerla fresca. Cuanto más caliente esté el agua, menos oxígeno tiene, por lo que es susceptible a las algas. Las plantas con flores, como los nenúfares y lotos necesitan por lo menos seis horas de sol. Añada gambusias o peces mosquito, que se darán un festín con las larvas de mosquitos. También puede probar pesticidas orgánicos, hechos de bacterias.

Qué hacer en el invierno

En las regiones más frías, puede tratar a sus plantas como anuales o llevarlas al interior cuando las temperaturas caen bajo cero. Retire el follaje gastado, y cambie las plantas a baldes de agua de 5 galones en un garaje o un sótano fresco, donde estarán en estado inactivo a lo largo de la estación. Durante el invierno, drene el recipiente al aire libre y cúbralo con triplay para evitar las grietas hasta la siguiente primavera, cuando el agua fluya libremente de nuevo.

 

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