¡Rifada! Pediatra mexicana salva la vida de un niño de 4 años en pleno vuelo a Paris

En un acto de valentía y dedicación, la pediatra Violeta Álvarez Perdomo, se transformó en una heroína inesperada durante un vuelo de México a París. En medio de las alturas, auxilió a un niño que experimentaba un intenso dolor de estómago, el cual resultó ser causado por apendicitis.

La historia de la doctora que se convirtió en capitana de la salud en pleno vuelo se dio a conocer a través de ‘un hilo’ creado por la periodista Concepción Peralta, quien utilizó su plataforma para contar está increíble historia.

¿Qué sucedió?

El vuelo AF0179 de AirFrance se convirtió en un consultorio de hospital cuando, luego de 2 horas en el aire, Marcos un pequeño de 4 años, comenzó a sufrir dolores abdominales y la única médico a bordo era Violeta Álvarez, quien tiene 20 años de experiencia como pediatra en el IMSS.

Después de recibir la notificación de las asistentes de vuelo, el comandante de la aeronave hizo un anunció a través de las bocinas para solicitar la asistencia de algún médico voluntario presente a bordo. Primero formuló la pregunta en francés y luego en inglés, sin obtener ninguna respuesta.

“El capitán solicitó un médico 2 veces y nadie respondió. Violeta estaba temerosa porque es pediatra, estaba recién operada y con problemas de movilidad. Pensó que el pasajero con emergencia sería un adulto, "pero me ganó la ética y dije voy a ver en qué puedo ayudar", narra Concepción.

Mientras esperaban una respuesta, las asistentes de vuelo y la madre Lucía Denisse Ayala se esforzaban al máximo para ayudar a Marco a manejar el dolor, quien solo repetía: “Mamá, dame medicina, me duele mucho el estómago”.

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Las horas criticas

Al pequeño lo cambiaron a Primera Clase para poder acostarlo correctamente, ahí Violeta recibió los instrumentos disponibles en la tripulación: un estetoscopio para adultos y un monitor de presión destinado a personas mayores, que, desafortunadamente, no resulta efectivo en niños debido a que sus brazos son pequeños, generando lecturas inexactas en el brazalete.

“Cuando llegó con Marcos, el niño lloraba, pero ya le habían dado paracetamol. A ella le dieron un estetoscopio y un monitor de presión para adulto, que no sirven porque arrojan medidas erróneas en niños, así que solo tenía sus manos y la luz del celular para diagnosticarlo”.

Incluso después de administrar paracetamol, el niño continuaba experimentando dolor en el lado derecho de su abdomen. Al momento de palpar su barriga, la doctora inmediatamente dijo: "esto es apendicitis”.

Aunque la pediatra emitió un segundo diagnóstico de infección de vías urinarias y, posteriormente, un tercer diagnóstico de estreñimiento intestinal, sus 20 años como pediatra en el servicio de urgencias del hospital La Raza del IMSS fue crucial.

“Marcos se quedó dormido por el paracetamol. Violeta se fue y regresó en 1 hora. Le revisó cabeza, piernas, pecho y todo bien, pero cuando tocó el abdomen hizo una mueca de dolor. "No hay duda, tiene apendicitis. Tenemos que bajar a este niño ya", dijo Álvarez”.

Se tiene que actuar YA

En ese momento faltaban nueve horas para aterrizar en París, y la doctora cuenta que no le creían debido a que el niño estaba dormido, pero el uso del paracetamol solo estaba ocultando los síntomas.

Así que Violeta les explicó que cuando su efecto desaparece, aproximadamente en cuatro o seis horas, existe el riesgo de que el apéndice se rompa y provoque una peritonitis. “Quién sabe si llegue a contarlo".

“El capitán hizo otra pregunta: —Usted dígame si debemos desviar el vuelo o alcanzamos a llegar a París. Desconozco de protocolos aéreos, pero el niño requiere una operación pediátrica ya", le contestó.

El descenso

Después de recibir la confirmación positiva de la doctora, la tripulación del vuelo se vio en la necesidad de contactar con los representantes del Servicio Médico Francés (SAMU), el cual es el sistema de seguridad social francés al cual la aerolínea debe presentar justificación para cambiar la ruta del avión, permitiendo así la activación de los seguros correspondientes.

La doctora tuvo que explicar en inglés, francés y español la sintomatología, ayudada por Lucía como su traductora. Y tras responder todas sus preguntas el SAMU coincidió con la doctora en que se debía atender al niño con rapidez.

“El Boeing 777 cruzó Florida, Baltimore, entró a Canadá y bajó hasta el último punto de tierra, San Juan de Terranova. Fue entonces que el capitán hizo saber que estaban en Canadá por una emergencia médica. Nadie se molestó, a pesar de que muchos perdieron su vuelo de conexión.”

El niño recibió atención oportuna gracias a la cobertura del seguro proporcionado por la aerolínea en situaciones de esta índole. Al aterrizar una ambulancia ya aguardaba por Marcos, y Violeta se bajó para brindar el informe médico y subrayó la necesidad de realizar un ultrasonido.

Posteriormente, el avión se abasteció de combustible y prosiguió su trayecto. Tras una hora las sobrecargos despertaron a Violeta y le dijeron "Good job, good job". Efectivamente el apéndice estaba inflamado, pero Marcos fue operado a tiempo.

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